sábado, 7 de junio de 2014

14 Etapa. Melide-Santiago de Compostela

A pesar de que las previsiones anunciaban temporal para hoy, el día ha amanecido bastante sereno en Melide, así que no es cuestión de perder el tiempo. Saldremos cuanto antes, una vez lo tengamos todo listo.
Iniciamos ruta en lo que será la última etapa de este Camino de Santiago, que inevitablemente esta concluyendo.
Hace 14 días, una mañana del 24 de mayo de 2014, salía de Castelldefels, con mi bicicleta y mis alforjas hacia esta aventura, que se está convirtiendo en una experiencia para mi única.


Ahora que estoy a punto de conseguirlo, todavía me cuesta hacerme la idea.

Los primeros kilómetros,sin problemas. Hoy seré conservador en el pedaleo, para intentar mantener la rodilla en condiciones, además  la etapa no es excesivamente larga en kilómetros. Hago una primera parada en Arzua, para tomar algo y prosigo. El camino en algunos tramos está embarrado, con lo que es necesario salir a la carretera en ocasiones.
A medida que avanza el día, voy viendo como el frente anunciado se acerca, poco a poco el cielo se va tapando, y aparece la lluvia y el viento fuerte.
Como el frente va girando, cada hora aproximadamente, aparecen claros, y después vuelve a aparecer la lluvia, cada vez con más intensidad, hasta que a unos 10 kilómetros de Santiago, ha comenzado a descargar con toda fuerza, con un viento que te tiraba de la bicicleta.
Ha sido un final duro, porque realmente no conseguía llegar, hasta que ha aparecido el cartel que anunciaba la entrada a Santiago. Ahí he parado porque ya no podía más, y he entrado en un bar a calentarme y a comer algo.
Como la lluvia no cesaba he proseguido hasta el centro , hasta qué por fin ha aparecido ante mi la fachada de la Catedral , en la plaza del Obradoiro. 
El Camino había llegado a su fin.



Un día deslucido, para un momento para mi tan importante, pero lo principal es que lo había conseguido, y que estas cosas forman parte del Camino. 
Como seguía la lluvia, decido ir al albergue a ducharme, y ponerme ropa seca, para así disfrutar con calma del montón de sentimientos, y sensaciones que se me agolpan en este momento. Tantos días y tantos kilómetros recorridos concluyen en este final.



La credencial, que señala por todos los sitios por donde has pasado. Cada sello es un recuerdo que me viene a la cabeza.


Y por fin la Compostela


Gracias Nuria por este extraordinario regalo. Nunca lo olvidaré. 

Quiero agradecer  también a todos los me me habéis apoyado durante todos estos días, he sentido vuestra compañía en todo momento, y vuestro ánimo en los momentos complicados. Con vosotros todo ha sido mucho más fácil

Gracias a todos.



Santiago de Compostela, 6 de Junio de 2014


















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